Leí en una de mis redes sociales “Este pobre perro se quemó
y desfiguró por tratar de salvar a su familia de un incendio”. Es
choqueante pensar en algo así. Y es que
aquí hay doble sentimientos. Por un lado tenemos a un perro que salvó la vida
de su familia, o sea, imagínense, cómo un ser que no es humano, siente un deber
para con otros y se arriesga por ellos. Y por otro, lo triste que es ver la
imagen más abajo del perrito sin rostro, yo tengo un perro (que estaba recién
entre mis piernas), y creo que ver un no rostro es demasiado para mí. Soy muy
emocional para que sepan. De hecho alguna vez me consideré Emo (así de
"emocional"). Me llamaría a mí misma como una extrema emocional.
Puedo parecer muy seria y poco sensible (quizás la mayoría de las veces), pero
cuando lloro, es un poco explosivo, o cuando rio - reír de verdad -.
La cosa es que a veces un año no es decisivo, tampoco los
son los días o los minutos, sino que basta con segundos para que las emociones
cambien. A veces nos podemos sentir tan bien - como cuando intento copiar una
receta de Pinterest y parece funcionar - y otras veces nos podemos sentir fatal
- cuando nos damos cuenta que según Virginia Demaría parte de las fotografías de comida tienen
truco para verse así de deliciosas.
Culpemos al jamón. Lo que decía más abajo de la imagen del
perro era "Miles de personas fueron engañadas por compartir esta foto de
un perro con un jamón en su cara". Fui totalmente engañada. Pero fue mi
culpa. La verdad es que me quede con los titulares. Es uno de mis grandes
errores, de hecho comento noticias de las cuales solo leí el principio (lo que
es muy criticado por algunos cercanos). Pero generalmente pienso que es
suficiente y funciona. Esta vez no. He pensado ¿será que me quería sentir así?
¿Quería que esa primera sensación que me invadió fuera la negativa? Aunque
fuera por solo unos segundos, así me sentí, pasé de lo mal a lo satisfactorio.
Pero creo que debo pensar mejor en no dejarme llevar o convencerme por lo malo
tan rápido. Espero que esto no me defina, y si lo hace, parece que no es bueno.
Quizás no hay mucha conexión entre lo que leí del amigo
perro y las emociones, quizás no hay ni lógica, lo que sí sé es que este es mi
primera entrada, y de eso sí estoy segura. Espero estar segura de que habrá muchas
más. Bienvenid@s a mi blog.
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