Ya bajé demasiado y el sol está naciendo.

A veces los blogs se convierten en una especie de
queja
sobre la vida que llevamos. A veces pensamos que quizás ya no hay
esperanza y
que lo que nos queda es más de lo mismo. Y a veces curiosamente es que
somos
demasiado jóvenes y tomamos conclusiones apresuradas. Por otro lado, los
grandes humanos dicen que el conocimiento no se relaciona necesariamente
con la
cantidad de años que tengamos, sino que con nuestras propias vivencias.
Pero
quien es quién concluye objetivamente si ha vivido demasiadas vivencias o
pocas, y quien es quién decide que peso tienen en nuestra existencia
somos nosotros mismos. Por lo que la verdad es que estamos locos. De
todas formas, igual me gustaría que las cosas fueran mas simples, las
personas
reflexivas parece que sufren más. Pero las reflexiones podrían ser
positivas, ¿Por
qué siempre todo tiene que
apuntar a lo malo de algo? ¿al lado medio vacío? Últimamente he estado así.

Se vienen los típicos momentos de presión del comienzo de
año, y mientras escucho Spotify, y pienso en mi lastfm BETA, en mirar Pinterest,
en las millones de páginas que me quedan por estudiar, pensando en las personas
con que tengo que salir por motivos amorosos, de amistad, de familia, en las
personas que no he visto, también me pongo a pensar en los cambios para este
año. Me gustan los cambios, me gusta empezar de cero cuando siento que la vida
tiene un desastre en ella. Cuando era chica y estaba en clases de arte y mi
trabajo estaba quedando feo, aunque la profesora me alentara, lo rompía y lo
volvía a hacer. Así deberían ser las cosas. Pero no todo se puede romper y
rearmar.

Aunque a veces en los pequeños cambios me puedo sentir
mejor, como haber ordenado mi escritorio para que parezca un lugar agradable
para una alumna de pregrado. También he decidido cambiar cosas en mi dieta (lo
que de todas formas no es tan fácil), quizás tomar más agua, ordenar más mi
pieza, mi ropa. Cosas tan cotidianas o que quizás a ustedes les parezca
comunes, pero para mí no lo son. Siempre he sido un tanto floja con la vida.
Pero este año tuve esas especies de revelaciones en que decides hacer muchos
cambios. No es que haya leído un libro de autoayuda ni nada de eso, aunque reconozco
que me gustan porque aunque algunos no les gusten, mucha gente enserio los
necesita, porque  veces hay cosas que
para algunos parecen obvias pero para otras no tanto. Y  veces necesitas el empujón, que provenga de
una fuente “certera”. No todos somos iguales. Pero reconozco que  a veces la angustia me hace generalizar todos
los males.

Esta canción se ha convertido en un lema desde que la conozco
hace unos años. La he escuchado en vivo también. Y no se trata de un lema de
solo de comienzo de año, sino que es buena para todos los momentos en que
bueno, que es necesaria.

“Voy a partir de cero. Los últimos de la fila luego serán
primero. Quién sabe si el villano luego será caballero. El traje sólo tapa lo
que se encuentra por dentro. Dentro y afuera quemare mis cartuchos. Sentir la
pólvora quemando de mis puchos. De poco a mucho aplastar la mala racha. Si la
vida me apunta mi autoestima se agacha. Cha, cha, cha, cha, cha... Para partir
muriendo, salir de los escombros y reírme en mí entierro.  Abraza mi demonio cuando querías mi asiento. Pero
el puesto está ocupado nena llámate mi miedo. Voy a partir mirándome. Por ésta
boca se rima y por ésta boca se come. Mi boca come y rima y ya no hay quien me
la controle. Es parte del todo y de mi mejore role.  Oh que, luego, para partir en quinta. Mi
estanque se llena sólo cuando le pongo tinta. Que no freno sólo acelero de
forma distinta. Lo que te capacita es la potencia que te habita.

Voy a partir segura Si no parto segura se romperá mi
armadura La moldura contiene de toda su estructura Y el contenido de su idioma
tanto da censura Gura, sepa, para partir perdiendo Perdiendo se valora el
detalle de un gran comienzo Mejor mirada tras analizar todo el complejo. Manejo
de una industria que sólo quiere forcejo. Eso yo lo dejo para partir sabiendo. Ya
bajé demasiado y el sol está naciendo. Se abre mi telón, setenta y siete
transmitiendo. Voy a partir de cero, cero es mi atuendo Moviendo mi pieza con un
largo enroque Mi tablero no quiere que a mis peones se toque La reina es una
más de todo éste gran retoque Enfoque, envoque, hasta que no se equivoque. Oh
que, luego, cabecea la nuca. La batera te marca y la caja te desnuca. Golpe instantáneo
directo a la bazuca. Si caduca la onda, es porque ya no es una."