Esconderse en la SEMÁNTICA

jueves, 14 de julio de 2016

1:08

No fué fumar el primer cigarro, no fué el primer beso, tampoco conocer a algún ídolo, ni mi primera mascota. Fué la primera vez que me sentí libre.
A veces creo que me obsesiono un poco con las personas que me simpatizan, pero creo que estoy exagerando, mas que obsesionarse, es la emoción de saber que existen personas que encajan con mi forma de ser. No siempre me he sentido encajando, y muchas veces tengo la necesidad de hacerlo.
Hace muchos años atrás, quizás 10, conocí a un niño por internet, teníamos como la misma edad, y el estaba en su primer año de estudios superiores, y en Valparaíso. Después de meses limitandonos a conversar sobre nuestros gustos musicales, decidimos empezar a vernos y salir a caminar. Claro que siempre fué una relación amistosa, para que no piensen cosas, bueno, empezamos a salir, y visitabamos la Feria de la Av. Argentina, o caminabamos simplemente por la ciudad. Y a el le gustaba mucho los canta autores chilenos, igual que a mí, así que un día fuimos a la Piedra Feliz, y vimos cantar a la Camila Moreno ( ¿o era Chinoy?). Después fuimos a ver muchos otros conciertos, dentro de la misma región, hasta que un día me di cuenta que el tenía otros enfoques y de a poco dejamos de hablar, el empezó a pololear, y yo fui madurando también. Pero mas allá, del niño este, mas allá, de Valparaíso, mas allá de Camila Moreno, salir, hacer las cosas que A MI ME GUSTABAN, lejos de casa, sentir la brisa del aire, sentir el frío, sentir todo. Esos fueron mis primeros momentos de felicidad.
Esa fue la primera vez que me sentí tan bien, por hacer algo sin estar condicionada a los demás.
Confío mucho en las personas que me simpatizan. confió mucho en lo que desconozco. Doy todo. Tengo muchos conocidos simpáticos, los hago rápido. Pero hay un espectro de cosas que solo le cuento a mis muy cercanos, y por supuesto otro espectro de cosas que solo le cuento a mi novio, y un ultimo espectro de cosas que me las guardo. Quizás para mis futuros hijos. Quizás para este blog.
Justo en este momento escucho a Glen Hansard diciendo "no me des falsas esperanzas".
Hay tanto dentro de mi cabeza, cosas buenas y malas. Pero no se puede contar al unísono lo bueno y malo. Por eso, al salir de mí, varían mucho. Son editadas.
A veces me angustio tanto, y así me siento, con ideas buenas y tristes , y me desespero, porque no puedo gritarlo todo al mismo tiempo. Son lapsus.

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