Cosas que calan hondo

Yo no pensé que me iba a afectar tanto. ¿Por qué tanto?.

Eva amiguita, creo que es doloroso explicar esto. Es la primera muerte que me afecta - yo que he ido a mas funerales que bautizos y matrimonios - , y puedo ser tan lenta para sentir. No es justo, insisto y no se por cuanto tiempo insistiré. A veces creo que le doy tanta importancia, pero no puedo evitarlo, los sentimientos me aparecen, como fantasmas. ¿Por que me afecta tanto si después las cosas cambiaron tanto y seguimos cada una nuestros caminos? Pero yo siempre imaginé, bueno claro tu eras de las personas relevantes de la vida, que estuvieron en los momentos importantes - mi entrada a la universidad - y abriste la puerta de tu vida para conocerte a tí y tu familia, tu pololo, tus gustos, tus miedos, tus traumas. Tan transparente que eras Evita. Eso marca mucho, eras de esas personas con que daba las ganas  estar. Por eso a tu funeral fué tanta gente, marcaste demasiado en las mentes y en los corazones de los que te conocimos. Y quizás todo esto ya estaba pre destinado. Se que no debería preguntarmelo. Pero no lo puedo comprender. Se que parece que ya lo habías intentado. Pero te prometo Eva, que no me cabe aún en la cabeza, y a medida que pasa el tiempo es peor, porque mas pienso en ello, en que no puedo asimilar el por qué lo hiciste cabrita. Gnomito. Tu pololo tiene el corazón partido. Tu hermanita y tu mamá. Yo puedo aceptar que no estes, pero el por qué lo hiciste, me angustia tanto pensarlo.

La muerte no debe ser así, producir incerteza.
Es el destino, es el destino, es el destino. Esto estaba pre destinado quizás. Mi consuelo.

14 de julio 2016 El primer momento de felicidad

No fué fumar el primer cigarro, no fué el primer beso, tampoco conocer a algún ídolo, ni mi primera mascota. Fué la primera vez que me sentí libre.
A veces creo que me obsesiono un poco con las personas que me simpatizan, pero creo que estoy exagerando, mas que obsesionarse, es la emoción de saber que existen personas que encajan con mi forma de ser. No siempre me he sentido encajando, y muchas veces tengo la necesidad de hacerlo.
Hace muchos años atrás, quizás 10, conocí a un niño por internet, teníamos como la misma edad, y el estaba en su primer año de estudios superiores. Después de meses limitandonos a conversar sobre nuestros gustos musicales, decidimos empezar a vernos y salir a caminar. Claro que siempre fué una relación amistosa, para que no piensen cosas. Bueno, empezamos a salir, y visitabamos la Feria de la Av. Argentina, o caminabamos simplemente por la ciudad. Y a el le gustaba mucho los canta autores chilenos, igual que a mí, así que un día fuimos a la Piedra Feliz, y vimos cantar a la Camila Moreno ( ¿o era Chinoy?). Después fuimos a ver muchos otros conciertos, dentro de la misma región, hasta que un día me di cuenta que el tenía otros enfoques y de a poco dejamos de hablar. El empezó a pololear, y yo fui madurando también. Pero mas allá del niño este, mas allá de Valparaíso, mas allá de Camila Moreno, salir, hacer las cosas que A MI ME GUSTABAN, lejos de casa, sentir la brisa del aire, sentir el frío, sentir todo. Esos fueron mis primeros momentos de felicidad.
Esa fue la primera vez que me sentí tan bien, por hacer algo sin estar condicionada a los demás.
Confío mucho en las personas que me simpatizan. confió mucho en lo que desconozco. Doy todo. Tengo muchos conocidos simpáticos, los hago rápido. Pero hay un espectro de cosas que solo le cuento a mis muy cercanos, y por supuesto otro espectro de cosas que solo le cuento a mi novio, y un ultimo espectro de cosas que me las guardo. Quizás para mis futuros hijos. Quizás para este blog.
Justo en este momento escucho a Glen Hansard diciendo “no me des falsas esperanzas”.
Hay tanto dentro de mi cabeza, cosas buenas y malas. Pero no se puede contar al unísono lo bueno y malo. Por eso, al salir de mí, varían mucho. Son editadas.
A veces me angustio tanto, y así me siento, con ideas buenas y tristes , y me desespero, porque no puedo gritarlo todo al mismo tiempo. Son lapsus.

26 de julio de 2016 Ahí mismo

Cuando era una niña solía mirar las estrellas, y me gustaba sentir la noche, la brisa fría. Oh, las estrellas. Era una emoción tan grande, porque era lo mas cercano a salir de mi zona de confort. Era lo mas valiente que hacía. Aún lo hago.
El cielo continúa allí, la gente no siempre estará para nosotros. Así que ojo con eso, no perdamos la vista de los realmente importantes, de los que valen la pena continuar viendo, aunque cueste.

20:41

Estaba mirando por la ventana. El cielo ya está oscuro, el sol ya se fué. Pero recordé la voz de alguien que dijo algo, quizás convencional, pero no se porqué para mi fué importante, ya que aún lo recuerdo. Esa persona dijo: el sol se está llendo como a las 19:40.

Me acordé del día cuando fuimos en busca del atardecer perfecto. Era un día que estabamos con un fotografo, y queríamos hacerle un mini tour por la ciudad, intentando que el se llevara una buena impresión y pudiera captar las mejores imagenes. Por supuesto que el quería una del sol ocultandose en la costa y con las nubes de colores - cuando toman unos colores especiales -. La cosa es que recorrimos las dos ciudades paralelas buscando la mejor toma. Y cuando llegamos al lugar indicado, al lugar que podía perfecto, ya era tarde. Pero fué de esos días que quizás en algún momento de la vejez lo contemos como historia a nuestros nietos.

Ahora llueve, y me gusta. La lluvia no tiene porqué ser algo triste No tengo que ser una persona triste porque me guste la lluvia o los días nublados. ¿Quién raaaaayos decidió eso?.