Cuando era una niña solía mirar las estrellas, y me gustaba sentir la
noche, la brisa fría. Oh, las estrellas. Era una emoción tan grande, porque
era lo mas cercano a salir de mi zona de confort. Era lo mas valiente
que hacía. Aún lo hago.
El cielo continúa allí, la gente no siempre estará para nosotros. Así
que ojo con eso, no perdamos la vista de los realmente importantes, de
los que valen la pena continuar viendo, aunque cueste.
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