Curiosidad

Pasaron los años y Agustín pensaba como sería llenar su antiguo salón de clases con sus mismos compañeros. Todos reunidos nuevamente, pero 20 años mas grandes. Como sería un año con ellos, ¿se sentiría igual?. Algunos se convirtieron en grandes profesionales. Otros fueron padres, y algunos, los que tuvieron suerte, se dedicaron a continuar el negocio familiar.

Agustín sentía curiosidad, ¿seguirían siendo los mismos?, ¿ser padre realmente te cambia?, ¿sacar un título lo hace?. Que sería de todos esos años de incomodidad, de gritos sin que el profesor pudiese hablar, de comer en clases, de traicionar la amistad, de la inseguridad de declararse a quién te gustaba.

Él lo penso en un momento. Y en otro, se convenció rapidamente. No son los años los que lo cambiaban, sino que las vivencias en ese transcurso. Él ya no era el mismo, porque había vivido cosas que lo habían hecho modificar todo tipo de ideas, proyectos e inseguridades. Pero de todas formas, él quería la vida así como está ahora. Lo que él fué, también lo hacía ser él. Y lo que es él ahora, también lo hace ser él. Por ende, revivir antiguos momentos lo harían pasar por una sensación similar, pero quizás con más fortaleza. Bueno todo depende de lo que él haya vivido en ese transcurso de 20 años. Eso que nosotros no sabemos.

Pero la cosa es que él esta bien, y es mucho más feliz. 

Luego él pensó, el problema era que él no aceptaba quién era, cuando lo hacemos , todo es mejor, porque así no debemos demostrar a nadie algo diferente. Cosa que es complicada. Claro, estar en un lugar con gente que no te acepta - el aula de clases - no es algo tan aislado de lo que sucede todos los días. Pero Agustín sabe que la diferencia de ayer y hoy es simplemente que él tiene libertad y opciones. Él decide donde se queda, y a donde se va. Y nada es para siempre.